¡¡Buenas de nuevo!! ¡Siento el retraso! Tengo tanto que contar y tan poco tiempo (o tanto sueño a veces depende del día) que se me van acumulando las cosas. En fin, voy a contar brevemente las visitas que he podido hacer este fin de semana, empezando por mi segunda visita a la isla de Hong Kong.
Quedamos con unos amigos y nos dirigimos hacia la zona de Wan Chai en autobús de dos plantas (el primero al que montaba desde que llegué, super guay, me encantó la vista desde la segunda planta). El autobús y el metro conectan la zona de Kowloon con la isla a través de unos puentes por encima del nivel del mar, cosa que aunque no pueda apreciarse desde ninguno de estos vehículos mola bastante al ser consciente de que estás por encima del agua (al menos yo me ilusioné sólo con pensarlo jeje). Fue un viaje muy corto y tras una parada en el Starbucks para recargar pilas con un cafelillo, comenzamos a deambular por la ciudad.
Vimos muchísimos centros comerciales, enormes y llenos de supermercados algunos dedicados enteramente a productos mundiales. Tenías una zona de productos franceses, una zona donde se cortaba jamón serrano (bastante caro todo hay que decirlo) y una cosa que me encanta y que poco a poco a ido desapareciendo en España: los puestecitos típicos que había en las calles de los supermercados dando a probar los productos ofertados. Había muchísimas cosas para probar pero nosotros nos detuvimos en el puesto del mooncake. ¿Qué es el mooncake? El mooncake o pastelillo de luna es una especie de dulce con forma circular que típicamente se consume durante el festival de otoño (Mid-Autumn Festival) que tiene lugar durante los días ocho y nueve de septiembre de cada año (hablaremos de esto en otra entrada dedicada enteramente al festival). Hay varias versiones de este dulce típico, hay versiones que ni siquieras son dulces sino que llevan carne o algún relleno de alubias rojas en su interior, hay incluso nuevas versiones con helado, pero la más tradicional es la de huevo, dando lugar a un sabor muy parecido al de los mazapanes españoles típicos de navidad. Tras la visita a ese centro comercial (de nuevo con el aire acondicionado puesto al máximo, no entiendo que manía hay con poner la temperatura tan baja para luego salir a la calle y morir asado) seguimos dando vueltas y llegamos a otro centro comercial, este más dirigido a gente adinerada con tiendas enormes de Gucci o Ralph Lauren entre otros como Victoria's Secret. Sin embargo, en unas de las plantas superiores, cerca de una zona dedicada a restaurantes con comida más occidental como comida italiana, encontramos una especia de mirador que daba a la sección de terrazas de alguno de esos restaurantes. La vista desde allí era alucinante y eso que no es de los edificios más altos. Al no tener delante ningún edificio podías ver el skyline de la zona de Kowloon, el mar e incluso la noria que están montando en el paseo de Hong Kong Island (bastante parecida al London Eye de Londres).
Tras pasar un rato echando fotos y contemplando el atardecer desde el mirador, nos dirigimos en tranvía (de dos plantas también) al parque de Hong Kong (Hong Kong's Park). El parque era enorme, lleno de áreas de interés como un restaurante, un estanque e incluso un conservatorio. Estaba decorado con linternas de papel que lo iluminaban por completo con motivo del festival que estaba por llegar. A pesar de ser de noche y no poder disfrutar de varios espectáculos como las fuentes, el estanque con peces koi y tortugas, la catarata que cae desde el conservatorio o las escaleras de agua, resultó uno de los lugares más bonitos que vi ese día. Tenemos que volver a ir, esta vez de día, para verlo todo mejor. Ya lo estoy deseando :)
Se hacía tarde y decidimos ir a cenar algo. Nos llevaron a un "bar de tapas". Sé lo que estáis pensando. Obviamente no lo regentaba ningún español, pero la cocina era bastante buena y cuando echas de menos tu gastronomía que lo regente un español o no ya ni importa. Yo me pedí tres tapas: una de crema de queso de cabra con cebolla, otra de chorizo picante con huevo y otra de jamón con aceite de oliva. ¡Buenísimo! Qué llena me quedé!
Tras la cena, seguimos explorando el sitio y dimos con una exposición de esculturas de elefantes por toda la galería del centro comercial, cada elefante decorado de una manera bastante original y simpática. Os dejo con un elefante pintado como si fuera el mapa de Hong Kong con sus islas incluidas a modo de despedida de esta entrada. Espero que os haya gustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario