Tras una mañana intensa pero rápida de papeleo y gestiones de banco por fin pudimos ir a darnos una vuelta por la zona para hacer algo de turismo y buscar algunos de los objetos que van a resultar más necesarios durante nuestras estancia aquí. Ya el día anterior por la tarde-noche pudimos acercarnos a un pequeño supermercado a abastecernos de agua mineral (muy importante por aquí puesto que la potabilidad del agua de grifo es dudosa) y algo de "picoteo" y desayuno.
En primer lugar lo que hicimos fue tomar algo en una cafetería/pastelería dentro del propio campus, con unos precios un poco más caros pero que merecía mucho la pena (al cambio en euros tampoco era tanto, unos cuatros euros cincuenta).
Una vez recargadas las pilas comenzamos la marcha hacia los puntos más conocidos. Encontramos infinidad de centros comerciales, una iglesia rosa bastante hortera (jejeje), el museo de ciencias, multitud de 7elevens y tiendas parecidas a dicha cadena, el museo de arte, la avenida Nathan (una de las más conocidas de Hong Kong por la cantidad de comercios y gente que suele recorrer sus aceras) ...
la zona del paseo marítimo donde se encontraba la avenida de las estrellas, con las huellas de las manos de muchos artistas famosos en el panorama del cine asiático y mundial, además de contar con una estatua del propio Bruce Lee.
Después de un paseo y alguna que otra compra dimos con un centro comercial bastante chulo, The One. En él, además de hacer alguna que otra comprilla en una tienda de dos plantas con cantidad de productos japonenes (incluídos adornos más culturales como la típica carpa que ondea en el día de los niños o reproducciones en papel de las típicas muñecas japonesas del Día de las muñecas o Hina Matsuri de Japón), descubrimos un par de puestos de comida japonesa a bastante buen precio en comparación con la cantidad y variedad de comida que ofrecían. Yo me decidí por onigiri, sushi (con sus sobres de salsa de soja y wasabi incluídos) y nestea :)
Aunque el día ha sido una paliza (más de ocho horas caminando) ha merecido la pena. Hemos visto muchísimas cosas, he podido hacer las compras que necesitaba (artículos de primera necesidad para mi semestre aquí) y hacerme alguna que otra foto en esta zona de la isla.
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